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Luis Buzzi

Socio responsable sector turístico y Ocio, KPMG España

La digitalización no es opcional, y es la herramienta clave para que nuestras pequeñas empresas del sector turístico sean más competitivas, resilientes y tractoras de la propia industria.

La digitalización de nuestras empresas es, sin duda, un elemento fundamental y un asunto prioritario para el sector. Aunque tiempo atrás, el uso de tecnologías o soluciones digitales podía ser “opcional” por considerarse entonces una ventaja competitiva, hoy en día estar digitalizado es un elemento ineludible e imprescindible para la supervivencia de cualquier operador de la industria turística, ya no solo a nivel empresa, sino también a nivel destino turístico en el que estas compañías están ubicadas.

Esta necesidad está promovida por varios factores, pero los más determinantes y que, además, se han visto acelerados por la pandemia de la COVID-19, son los siguientes:

  • La caída de la demanda ha llevado a la reinvención y aumentar la presión competitiva, así como a la necesidad de que los productos y/o servicios se ofrezcan en todos aquellos espacios digitales a los que los turistas acuden para decidir dónde viajar y qué experiencia vivir.
  • Los nuevos clientes digitales quieren experiencias personalizadas y originales de manera inmediata, que sean gestionadas de forma sencilla a través de los canales digitales con los que están familiarizados.
  • Todo lo anterior obliga a que la operativa de las empresas, desde cualquier proceso interno hasta la capacitación o retención de los propios empleados, adquiera un nivel de digitalización y modernización elevado y conforme a la realidad que vivimos.

En este entorno tan competitivo por atraer y captar al turista hacia un destino o producto turístico determinando, así como por ofrecerle una experiencia única, las pequeñas empresas del sector tienen que ser conscientes de que su adaptación a la demanda, cada vez más cambiante, de la mano de la digitalización, será clave para su subsistencia, para lo que todavía hay preguntas sin responder: ¿Cómo concienciar a las pequeñas empresas de la importancia de la digitalización?, ¿qué hacer si se es una pequeña empresa que necesita las mismas herramientas que una grande para competir y no se disponen de sus medios económicos?, ¿por qué área o departamento se debe iniciar la digitalización y cómo debe hacerse?, etc.

Si bien es cierto que no hay una respuesta única para todas estas preguntas, sí existen una serie de premisas relevantes a seguir y comunes a todas ellas:

  • Entender la importancia de la digitalización en el negocio, para qué sirve y cómo ayuda a su crecimiento.
  • Formar a los empleados y reclutar talento digital que ayude a detectar las oportunidades y cubrir las necesidades de la digitalización.
  • No tratar de digitalizarse individualmente, con pocos medios y avanzando muy en el corto plazo.
  • Acelerar la digitalización adoptando una plataforma tecnológica en la nube que no requiera de inversiones, que sea de pago por uso y permita disponer de todas las herramientas necesarias que tienen grandes empresas debido a su volumen.
  • Gestionar el negocio pensando en digital y reinvertir los beneficios de la digitalización en hacer el negocio más competitivo.

Como comentaba al principio, éste ya no es solo un reto para la pequeña empresa privada del sector, sino que resulta también imprescindible para los gestores de destino españoles (Administraciones o Empresas Públicas), dado que, sin la digitalización de las pequeñas empresas y microempresas turísticas (las más representativas de la industria), resulta imposible alcanzar los niveles de competitividad necesarios para transformar el modelo y sistema turístico nacional.